La importancia del desarrollo de la inteligencia emocional en la escuela.
Según Goleman "toda persona es el resultado de la combinación, en distintas proporciones, entre Consiente Intelectual y la Inteligencia Emocional”
Por esto, es en la escuela cuando se debe comenzar el desarrollo de la Inteligencia Emocional desde las edades tempranas ya que es a partir de la edad de 5 o 6 años cuando los niños empiezan a tomar conciencia de sus propios sentimientos.
En la etapa de la niñez los niños deben empezar a adquirir la competencia emocional. Se entiende por competencia emocional "como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales"
Las cinco competencias emocionales que principalmente se deben adquirir son las siguientes:
1. Asertividad.
2. Responsabilidad.
3. Empatía.
4. Autocontrol.
5. Cooperación.
Así, el desarrollo de las competencias emocionales da lugar a la educación emocional. Concebimos la educación emocional como un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la persona, con objeto de capacitarle para la vida.
En muchos casos, el fracaso escolar, viene dado por falta de Inteligencia Emocional, ya que, por ejemplo, si un niño es menos propicio o le cuesta más relacionarse con sus iguales, probablemente caerá en depresión o en una rutina de no querer ir al colegio, y, como consecuencia el niño dejará de tener entusiasmo por ir al colegio, y acabará en fracaso escolar.
La escuela es un escenario idóneo para desarrollar esas habilidades emocionales puesto que, es un lugar social por excelencia, ya que los niños tienen la oportunidad de relacionarse con individuos semejantes a ellos. Es un espacio propicio también ya que, es un sitio en el que pasan la mayoría de su tiempo.
La importancia de cultivar una autoestima positiva.
La autoestima es la valoración que uno tiene de sí mismo; interviene como un factor fundamental, centrado las bases de la felicidad y el éxito. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros padres, maestros, compañeros y las experiencias que vamos adquiriendo. Los padres tienen un papel fundamental en la configuración de la autoestima del niño, y ésta, a su vez, es responsable de muchos éxitos y fracasos escolares.
Una elevada autoestima, vinculada a un concepto positivo de sí mismo, potenciará la capacidad de la persona para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que un bajo nivel de autoestima enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.
Una autoestima positiva potencia la confianza, el ánimo, el interés y el deseo de intentar cosas nuevas; además favorece conductas pro-sociales y responsables.
Sin embargo, una baja autoestima genera problemas en la escuela y falta de confianza; y es la responsable de muchos casos de depresión, anorexia y drogadicción en adultos.
Algunas claves que potencian la autoestima en niños:
· Reforzar sus logros. felicitarlos cuando hacen algo bien o se aproximan a la conducta deseada.
· Incentivar el desarrollo de responsabilidades. Dar oportunidad al niño de tomar decisiones y resolver algún problema
· Ofrecerles críticas constructivas. Cuando se portan mal, separar la actitud de la personalidad.
· Demostrarles cariño y seguridad.
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